Una mano tomó la otra,
le dijo que no se escondiera,
le dijo que no se angustiara,
le dijo que no se asustara.
Una mano tomó la otra,
puso un anillo en el dedo,
puso un beso en la palma
y un puñado de amor.
las dos manos se juntaron
lograron una fuerza
capaz de derribar los muros
y de abrir los caminos.
y de abrir los caminos.
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